Al observar el video nos damos cuenta, lo frustrante que resulta para un niño estar
recibiendo bulliyng día con día, ya sea de manera física, verbal o a través de
redes sociales. Llega la noche y es hora de dormir, deseando que no amanezca
para no tener que ir a la escuela o colegio a vivir nuevamente lo mismo. Lo peor de estos casos de violencia
es la astucia que tienen los agresores para efectuar sus fechorías ya que
siempre actúan cuando la víctima está sola. Se llega a un nivel de estrés o
frustración tan alto que no le contamos ni a los propios padres para evitar
mayores problemas sin ver el error en que
se está cayendo. El contar con la confianza de los papás es primordial en esta vida, ya que nadie te va
a ayudar realmente cuando lo necesites; recuerda contar con amigos sinceros y
desinteresados, busca ayuda de un adulto y nunca te calles las cosas. Llega el
momento en el cual el ser humano alcanza un alto grado de frustración que puede
arremeter su ira contra otra persona o incurrir en un acto de suicidio. Por
dicha existen personas e instituciones a nuestro alrededor, las cuales están
dispuestas a ayudar y a denunciar estos tipos de casos. Es
importante tratar y conversar muy
seriamente con los agresores, preguntarles ¿porqué lo hacen?, explicarles que
esas conductas negativas no les beneficia en nada, aconsejarlos y ayudarlos
para que tengan otra manera de actuar y de como tratar a los demás. Es
necesario que nuestros centros educativos brinden un ambiente de armonía y
cooperación entre los estudiantes para que ellos se sientan motivados para ir a
la escuela y pasar así ratos más agradables. Tanto docentes como padres de
familia debemos estar pendientes de las cosas que realizan
los niños, ¿cómo se comportan? ¿Con quién andan? ¿A qué hora entran y salen? En fin. Si un estudiante
se desenvuelve en un ambiente sano tiene mas posibilidades de alcanzar mejores
resultados que una persona constantemente agredida.
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